Con las manos sucias de cacao...
El delantal y la chaquetilla manchados chocolate...
Desde la ventana de la cocina se veían las farolas encendidas en el callejón, ya era de noche o no había amanecido aún... No lo tenía muy claro.
Sonaba Ray of Light por enésima vez en la radio...
Y en su cara... una sonrisa. Ya es difícil encontrar quién sonría de felicidad pero que lo haga de ilusión es mucho más complicado. Y ésa era su sonrisa.
En la escuela había descubierto quien era Michel Bras y las cositas tan espectaculares que era capaz de hacer con un calabacín, unas zanahorias y cuatro verduritas más. También descubrió que Michel iba a registrar su maravilloso Coulant, así que no pudo resistirse ha recrearlo en su cocina.
Hoy, después de casi 15 años y de no volver a hacerlo, alguien ha llegado hasta este rincón para hacer que rebusque entre apuntes y papeles...Para hacer que vuelva aquella sonrisa de ilusión, por motivos totalmente diferentes pero de ilusión. Una sonrisa.
Ha sido como un verdadero regalo y no es casualidad que suene This gift mientras preparo los ingredientes y decido que también sea un regalo para quien lo lea...
Este regreso puede ser puramente eventual y fortuito, y ha sido provocado por un relato corto que escribimos sobre la importancia de compartir nuestras letritas.
(Para Koro y Noemí, espero que lo disfrutéis).
Ingredientes:
Para el núcleo necesitaremos: 120 grs Cobertura de chocolate
6 cl Agua
200 grs de Nata
50 grs Mantequilla
15 grs de Café soluble
Fundiremos todo a Baño María lento hasta quedar homogéneo y brillante. Disponer en moldes de silicona
de unos 35mm de diámetro X 15 de profundidad.
Congelar unas 24 horas.
Para los moldes prepararemos 6 aros de 60mm de diámetro X 40mm de profundidad.
Los forraremos con tiras de papel de horno que sean algo más altos que los aros, de unos 60mm. Pintadas por ambos lados con mantequilla y, una vez pegadas en los aros, cubrir con cacao.
Para el bizcocho : 110grs Cobertura de Chocolate
40 grs Almendra molida
40 grs Harina ( en la receta es harina de arroz)
2 yemas
2 claras montadas
90 grs de azúcar
Fundir la cobertura y, fuera del fuego, mezclarle la almendra, hasta que quede homogéneo; a continuación, hacer lo mismo con la harina, las yemas y parte del azúcar. La otra parte la usaremos para montar las claras que las añadiremos a la mezcla al final con mucho cuidado.
Una vez mezclado todo procedemos a ponerlo en los aros, bajo los cuales pondremos un cuadradillo de papel de horno a modo de base.
Ponemos un poco de masa en la base de los aros y, sobre ésta, los núcleos de chocolate que tenemos congelados. Los colocaremos lo más centrados posible y después terminaremos de cubrir con la masa.
Los congelamos unas 24 horas.
A la hora de hornearlos no hay que descongelar. Del congelador al horno precalentado a 200ºC unos 20 minutos y tendréis lo que buscabais... o, al menos, eso espero.
El delantal y la chaquetilla manchados chocolate...
Desde la ventana de la cocina se veían las farolas encendidas en el callejón, ya era de noche o no había amanecido aún... No lo tenía muy claro.
Sonaba Ray of Light por enésima vez en la radio...
Y en su cara... una sonrisa. Ya es difícil encontrar quién sonría de felicidad pero que lo haga de ilusión es mucho más complicado. Y ésa era su sonrisa.
En la escuela había descubierto quien era Michel Bras y las cositas tan espectaculares que era capaz de hacer con un calabacín, unas zanahorias y cuatro verduritas más. También descubrió que Michel iba a registrar su maravilloso Coulant, así que no pudo resistirse ha recrearlo en su cocina.
Hoy, después de casi 15 años y de no volver a hacerlo, alguien ha llegado hasta este rincón para hacer que rebusque entre apuntes y papeles...Para hacer que vuelva aquella sonrisa de ilusión, por motivos totalmente diferentes pero de ilusión. Una sonrisa.
Ha sido como un verdadero regalo y no es casualidad que suene This gift mientras preparo los ingredientes y decido que también sea un regalo para quien lo lea...
Este regreso puede ser puramente eventual y fortuito, y ha sido provocado por un relato corto que escribimos sobre la importancia de compartir nuestras letritas.
(Para Koro y Noemí, espero que lo disfrutéis).
Ingredientes:
Para el núcleo necesitaremos: 120 grs Cobertura de chocolate6 cl Agua
200 grs de Nata
50 grs Mantequilla
15 grs de Café soluble
Fundiremos todo a Baño María lento hasta quedar homogéneo y brillante. Disponer en moldes de silicona
de unos 35mm de diámetro X 15 de profundidad.
Congelar unas 24 horas.
Para los moldes prepararemos 6 aros de 60mm de diámetro X 40mm de profundidad.
Los forraremos con tiras de papel de horno que sean algo más altos que los aros, de unos 60mm. Pintadas por ambos lados con mantequilla y, una vez pegadas en los aros, cubrir con cacao.
40 grs Almendra molida
40 grs Harina ( en la receta es harina de arroz)
2 yemas
2 claras montadas
90 grs de azúcar
Fundir la cobertura y, fuera del fuego, mezclarle la almendra, hasta que quede homogéneo; a continuación, hacer lo mismo con la harina, las yemas y parte del azúcar. La otra parte la usaremos para montar las claras que las añadiremos a la mezcla al final con mucho cuidado.
Una vez mezclado todo procedemos a ponerlo en los aros, bajo los cuales pondremos un cuadradillo de papel de horno a modo de base.
Ponemos un poco de masa en la base de los aros y, sobre ésta, los núcleos de chocolate que tenemos congelados. Los colocaremos lo más centrados posible y después terminaremos de cubrir con la masa.
Los congelamos unas 24 horas.
A la hora de hornearlos no hay que descongelar. Del congelador al horno precalentado a 200ºC unos 20 minutos y tendréis lo que buscabais... o, al menos, eso espero.